Ir al contenido principal

La Junta apuesta por el sector vitivinícola de Montilla-Moriles para impulsar el turismo industrial en Córdoba

La industria vitivinícola que se desarrolla en el marco de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, con un arraigo milenario en la zona, se ha convertido en una de las principales bazas de la provincia cordobesa para favorecer el desarrollo del turismo industrial en Andalucía. El patrimonio y la cultura ligadas al vino son dos de las propuestas recogidas en las nuevas guías turísticas editadas por la Junta de Andalucía para posicionarse dentro de este sector turístico.



Las nuevas guías impulsadas por la Junta de Andalucía –disponibles para ser descargadas en la web de la Consejería y en el portal www.andalucia.org– pretenden ampliar el abanico de posibilidades que se ofrece a los visitantes. "El turista cada vez está más interesado en vivir experiencias que le ayuden a conocer los territorios desde perspectivas como el paisaje, la gastronomía, la historia o la etnografía", explicó el consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández.

En el caso de la guía de Córdoba, la Junta de Andalucía apuesta por recursos característicos del territorio, como los diferentes espacios vinícolas –desde viñedos a bodegas, lagares y tonelerías, además de experiencias enoturísticas–, la actividad minera de la zona norte, la producción ganadera y los espacios vinculados al olivar.

A este respecto, el consejero destacó que las guías suponen, por primera vez, la ordenación y la catalogación de toda la oferta de las ocho provincias en este segmento y avanzó que se incorporarán a las acciones promocionales de Andalucía que se desarrollen en ferias y eventos sectoriales, además de ser presentadas como un producto especializado ante los operadores del sector y los prescriptores del destino.

Por ello, el consejero destacó el potencial de Andalucía en esta tipología por la variedad de espacios y establecimientos con los que cuenta, entre los que hay que distinguir, por un lado, las industrias vivas, que son aquellas que están en funcionamiento y ofrecen la posibilidad de conocer el proceso de elaboración de sus productos; y, por otro, el patrimonio arqueo-industrial, que forma parte de la herencia histórica.

Así, estos catálogos incluyen referencias de cientos de empresas y más de un centenar de recursos patrimoniales, pertenecientes a sectores tan diversos como el agroalimentario, el ganadero, las energías renovables, la minería o la artesanía. Las guías están adaptadas a las nuevas tecnologías, ya que incorporan códigos QR con datos detallados de cada uno de los recursos, así como con información práctica para la visita.

Fernández incidió en que estas publicaciones ofrecen recorridos por espacios ubicados en 281 municipios de la comunidad, por lo que ha apuntado el "importante papel" del turismo industrial como instrumento de vertebración del territorio y de desarrollo económico en el ámbito local.

En este sentido, el consejero destacó el papel de este turismo especializado de cara a que las industrias que se recogen potencien su economía, divulgando sus productos, y les genere una actividad complementaria, como es la de ocio.

I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR