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La falta de lluvia y las altas temperaturas adelantan la puesta en marcha de las paseras en Montilla-Moriles

La primera vendimia del continente europeo, que cada año da comienzo en el marco Montilla-Moriles, ha iniciado en estos días su última fase con la puesta en marcha de las paseras, donde se extenderán al sol los racimos de uvas de Pedro Ximénez con el objetivo de procurar la deshidratación del fruto y la concentración de sus azúcares de cara a la elaboración del vino dulce. La falta de precipitaciones y las cálidas temperaturas de las últimas jornadas han favorecido que este año se registre una de las maduraciones más tempranas.



La pasera más grande de Europa, perteneciente a Bodegas San Acacio de Montemayor, seca sus primeros racimos de Pedro Ximénez bajo el sol de la campiña cordobesa desde el pasado viernes, convirtiéndose un año más en la primera en ponerse en marcha en el marco Montilla-Moriles dado que los viñedos de sus socios se ubican mayoritariamente en terrenos arenosos, lo que hace que las uvas maduren entre una semana y diez días antes que en el resto de la comarca.

Por su parte, la Cooperativa La Aurora de Montilla daba ayer el pistoletazo de salida a su pasera, situada en uno de los márgenes de la antigua travesía de la carretera nacional N-331, como consecuencia de "una vendimia marcada por la falta de lluvias en la primavera y un verano cálido".

"El verano está siendo cálido, aunque sin llegar a temperaturas muy extremas, y esto ha provocado que la vendimia este año vaya con dos semanas de antelación con respecto al pasado año", recordó el presidente de la Cooperativa La Aurora, Juan Rafael Portero, quien estimó que la falta de precipitaciones en la pasada primavera generará, en una primera estimación, una merma de en torno un 20 por ciento en la producción de este año, "y a la espera de la climatología en los próximos días".

Con todo, las bodegas y cooperativas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles aseguran que, a pesar de la previsible merma en la producción de esta vendimia, los vinos se caracterizarán por una "gran calidad" ante la ausencia de enfermedades favorecidas por la humedad. "Sin duda este año la falta de precipitaciones reduce la cantidad de uva, pero es verdad que se está registrando una muy buena calidad", subrayó el gerente de Bodegas San Acacio, Juan Antonio Aguilar.

Sin previsiones de lluvias en el horizonte más cercano, el sector respirará aliviado por las uvas que ya se encuentran secándose al sol pues la llegada de precipitaciones pondría en jaque estos frutos. Un exceso de agua en el ambiente puede provocar la proliferación de hongos y, consecuentemente, la aparición de podredumbre gris, una enfermedad criptogámica que complica el proceso de crianza del vino, haciendo la fermentación más compleja.

De este modo, el sector señala que, con toda probabilidad, los vinos Pedro Ximénez de la DOP Montilla-Moriles volverán a tener una gran aceptación en el mercado en la próxima campaña pues la alta demanda que existe entre los consumidores de estos caldos, hace que apenas existan excedentes de un año a otro.

Junto con la Cooperativa La Aurora y Bodegas San Acacio, los principales productores de vino dulce Pedro Ximénez en el marco Montilla-Moriles siguen siendo las Bodegas del Pino de Montalbán, las Bodegas Galán Portero de Montilla, y la Cooperativa La Purísima de Puente Genil. En el caso de los vinos ecológicos, el gran referente sigue siendo Bodegas Robles, que extiende su pasera en el paraje de Villargallegos, en el término municipal de Santaella.

En los últimos años, la zona Montilla-Moriles ha destinado más de 9 millones de kilos de uva anuales a la elaboración de vino dulce Pedro Ximénez. El aumento de la demanda de este vino por parte de los mercados nacionales e internacionales ha llevado a las bodegas y cooperativas del marco Montilla-Moriles a incrementar su producción de manera paulatina.

I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR