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El compositor valenciano Jesús Miquel rinde tributo a la Mezquita de Córdoba con una monodia para trompa

De la popular Serenata a la Mezquita de Ramón Medina al mítico “paseo” que le dedicó el grupo Medina Azahara en su primer álbum editado en 1979 por CBS, el monumento más emblemático de Córdoba, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1984, ha servido de inspiración a infinidad de poetas, músicos y artistas.


Sin embargo, el monumento más visitado de la provincia de Córdoba no contaba, hasta ahora, con una composición contemporánea expresamente concebida para trompa, el vibrante instrumento de viento-metal que, a día de hoy, juega un papel decisivo en bandas y orquestas de todo el mundo.

Por fortuna, el compositor valenciano Jesús Miquel Villalba, integrante desde el año 2002 de la Orquesta de Córdoba, ha querido inspirarse en la más importante joya del arte omeya hispanomusulmán para concebir En el bosque de columnas, una monodia para trompa sola que se basa en las “sensaciones” que despierta en su autor el periodo histórico de Al-Ándalus a través de uno de sus edificios más representativos.

“Todavía recuerdo el impacto que me provocó mi primera visita al templo: fue una impresión indescriptible”, reconoce a Andalucía Digital el autor de esta obra contemporánea, concebida para trompa sola aunque “siempre bajo los conceptos estéticos de la música andalusí”. De hecho, Jesús Miquel ha querido “aprovechar todas las posibilidades expresivas, tímbricas y técnicas” de su instrumento para rendir tributo al monumento cordobés.

En el bosque de columnas está estructurada en cuatro partes. Una de ellas sugiere una “visión muy personal” de una muwashah de Ibn Jatima que se popularizó en Almería hacia el siglo XIV. “La otra parte de la monodia está inspirada en un poema de Ibn Jafaya de Alzira, que vivió en la Taifa de Valencia entre los años 1058 y 1139”, precisa Jesús Miquel, quien asegura sentirse “muy satisfecho” por la “calurosa acogida” que su composición ha tenido entre el colectivo de trompistas de España.

La monofonía del compositor valenciano, que en 1998 se graduó en la especialidad de Trompa en el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia con las máximas calificaciones, ha contado con el respaldo de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, que ha editado la partitura. “Para mí ha sido todo un honor contar con esta ayuda”, reconoce Jesús Miquel quien, además, agradece su apoyo al Centro Flamenco Fosforito y a la Casa Árabe de Córdoba.


Natural de Vilamarxant, un municipio valenciano del Campo de Turia de apenas 10.000 habitantes, Jesús Miquel logró una beca de la prestigiosa Fundación Albéniz para cursar un posgrado de dos años en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid, con los profesores Radovan Vlatkovic y Rodolfo Epelde, dos de los grandes referentes de la trompa a nivel internacional.

Tras ampliar estudios con Antonio Benlloch y realizar cursos con destacados músicos de Europa y América como Bill Sanders, Eli Epstein, Ignacio García, Raúl Díaz, Bruno Schenider, Richard Watkins, Juan Manuel Gómez, Froydis Ree Wekre y Barry Tuckwell, en 2002 accedió por oposición al Cuerpo de Profesores de Música y Artes escénicas de la Comunidad de Madrid y, desde ese mismo año, pasó a formar parte de la Orquesta de Córdoba.

Además, Jesús Miquel ha colaborado con formaciones como la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Orquesta de Castilla y León o la Orquesta Sinfónica de Castellón, bajo la batuta de directores tan relevantes como Jordi Savall, Salvador Más, Enrique García Asensio, Jesús López Cobos, Manuel Hernández Silva, Péter Csaba, Lorenzo Ramos, Karl Anton Rickenbacher, Maxim Shostakovich o Carlos Domínguez Nieto.

Gran amante de la música de cámara, el compositor de En el bosque de columnas ha formado parte del Octeto Granados y del Trío Hindemith, con los que ha ofrecido conciertos por toda la geografía española, toda vez que en Córdoba se ha integrado en el quinteto de viento Alviento, y en el Trío de Metales de la Orquesta de Córdoba.

Como solista destacan sus apariciones, junto a la Orquesta de Córdoba, en la Sinfonía Concertante para vientos, de W. A. Mozart, bajo la dirección de Jean Bernard Pommier (2006) y, nueve años más tarde, en el Concierto para trompa y orquesta número 3 K 447, dirigido por Lorenzo Ramos.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: ELES BELLIDO