El Palacio de Congresos y Exposiciones de Córdoba acoge desde ayer el IV Congreso sobre Control Interno Local (CCIL) que, durante dos días y organizado por la Diputación de Córdoba, reúne a más de 650 interventores, secretarios, auditores y personal técnico de todo el territorio nacional para debatir sobre los retos de futuro en la gestión y auditoría del gasto público ante los avances tecnológicos y la Inteligencia Artificial (IA).
El presidente de la institución provincial, Salvador Fuentes, destacó la presencia de 650 técnicos que “concentran todo lo que es el control interno de las administraciones con el objetivo de buscar herramientas para mejorar la gestión pública. Lo que les pedimos a estos profesionales es que, además de ejercer el control público y la seguridad jurídica, deben orientar ese control a las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial para mejorar la gestión y que nos ayuden a prestar un servicio público infinitamente más eficaz y más eficiente”, comentó.
Fuentes agradeció a la Intervención General del Estado que aceptara la propuesta de la Diputación para organizar un evento con el que “Córdoba se convierte en el epicentro de la reflexión y de debate en un encuentro cuyas conclusiones van a servir para ayudar a gestionar bien la causa pública con eficacia, con eficiencia y con transparencia”.
El máximo responsable de la institución provincial se refirió a los retos a los que se enfrenta el congreso y señaló que “no solo se trata de reforzar el control interno, es mejorar la gestión, ayudarnos a los gobiernos a que cumplamos con los objetivos de ejecución presupuestaria y que podamos introducir a las administraciones en las nuevas tecnologías, en la digitalización y en los procesos que hay ya aplicados a la inteligencia artificial para mejorar nuestro servicio. En definitiva, se trata de ser mejores en la gestión de los recursos públicos”.
Además, añadió que “el municipalismo no es un nivel menor de la política, es la base que sostiene todo el edificio democrático. En los ayuntamientos late la esencia del servicio público, la cercanía, la respuesta inmediata, la capacidad de transformar la vida de la gente”.
“Por eso desde la Diputación de Córdoba seguiremos acompañando a nuestros ayuntamientos, especialmente los más pequeños, ofreciendo apoyo técnico, herramientas digitales y seguridad jurídica para que puedan gestionar con eficiencia”, recalcó Fuentes.
Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, abundó en que “los órganos de control son nuestros aliados, son quienes nos deben guiar en cómo trasladar esa voluntad política a la realidad que sea visible para el ciudadano, a que los proyectos se lleguen a ejecutar”.
Bellido, en su condición de presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), aludió a que este encuentro “tiene que servir para reflexionar sobre qué cambios tenemos que ir introduciendo en la normativa que rige a los ayuntamientos en materia de competencia”.
“Ahora mismo estamos inmersos en un proceso en el que se habla de financiación autonómica y la financiación local tiene que ir ligada a ella, no solo por la cuestión puramente presupuestaria, sino también ligada al ejercicio de nuestras competencias”, resaltó José María Bellido.
En la inauguración del Congreso también estuvo presente el interventor de la Administración General del Estado, Pablo Arellano, quien, tras agradecer la apuesta de la Diputación por la organización de este evento, explicó que “la Intervención General de la Administración es el órgano de control interno del Estado, pero sentimos una gran cercanía con las intervenciones locales, pues compartimos las mismas funciones y, por lo tanto, tenemos que hacer todo lo posible por colaborar”. “Nuestra finalidad es tratar de conseguir que estos fondos públicos se apliquen de la forma más eficaz y más eficiente posible. Y además con pleno respeto a la legalidad”, concluyó Arellano.
El IV Congreso de Control Interno Local partió con cuatro retos que marcaron los análisis de las ponencias que se sucedieron entre ayer y hoy: la implantación de sistemas de auditoría continua capaces de detectar incidencias en tiempo real; el uso del big data y la inteligencia artificial para identificar patrones de riesgo en contratación, subvenciones y pagos; la transparencia y el gobierno abierto y, por último, la colaboración interdepartamental e interadministrativa.
El presidente de la institución provincial, Salvador Fuentes, destacó la presencia de 650 técnicos que “concentran todo lo que es el control interno de las administraciones con el objetivo de buscar herramientas para mejorar la gestión pública. Lo que les pedimos a estos profesionales es que, además de ejercer el control público y la seguridad jurídica, deben orientar ese control a las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial para mejorar la gestión y que nos ayuden a prestar un servicio público infinitamente más eficaz y más eficiente”, comentó.
Fuentes agradeció a la Intervención General del Estado que aceptara la propuesta de la Diputación para organizar un evento con el que “Córdoba se convierte en el epicentro de la reflexión y de debate en un encuentro cuyas conclusiones van a servir para ayudar a gestionar bien la causa pública con eficacia, con eficiencia y con transparencia”.

El máximo responsable de la institución provincial se refirió a los retos a los que se enfrenta el congreso y señaló que “no solo se trata de reforzar el control interno, es mejorar la gestión, ayudarnos a los gobiernos a que cumplamos con los objetivos de ejecución presupuestaria y que podamos introducir a las administraciones en las nuevas tecnologías, en la digitalización y en los procesos que hay ya aplicados a la inteligencia artificial para mejorar nuestro servicio. En definitiva, se trata de ser mejores en la gestión de los recursos públicos”.
Además, añadió que “el municipalismo no es un nivel menor de la política, es la base que sostiene todo el edificio democrático. En los ayuntamientos late la esencia del servicio público, la cercanía, la respuesta inmediata, la capacidad de transformar la vida de la gente”.
“Por eso desde la Diputación de Córdoba seguiremos acompañando a nuestros ayuntamientos, especialmente los más pequeños, ofreciendo apoyo técnico, herramientas digitales y seguridad jurídica para que puedan gestionar con eficiencia”, recalcó Fuentes.

Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, abundó en que “los órganos de control son nuestros aliados, son quienes nos deben guiar en cómo trasladar esa voluntad política a la realidad que sea visible para el ciudadano, a que los proyectos se lleguen a ejecutar”.
Bellido, en su condición de presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), aludió a que este encuentro “tiene que servir para reflexionar sobre qué cambios tenemos que ir introduciendo en la normativa que rige a los ayuntamientos en materia de competencia”.
“Ahora mismo estamos inmersos en un proceso en el que se habla de financiación autonómica y la financiación local tiene que ir ligada a ella, no solo por la cuestión puramente presupuestaria, sino también ligada al ejercicio de nuestras competencias”, resaltó José María Bellido.

En la inauguración del Congreso también estuvo presente el interventor de la Administración General del Estado, Pablo Arellano, quien, tras agradecer la apuesta de la Diputación por la organización de este evento, explicó que “la Intervención General de la Administración es el órgano de control interno del Estado, pero sentimos una gran cercanía con las intervenciones locales, pues compartimos las mismas funciones y, por lo tanto, tenemos que hacer todo lo posible por colaborar”. “Nuestra finalidad es tratar de conseguir que estos fondos públicos se apliquen de la forma más eficaz y más eficiente posible. Y además con pleno respeto a la legalidad”, concluyó Arellano.
El IV Congreso de Control Interno Local partió con cuatro retos que marcaron los análisis de las ponencias que se sucedieron entre ayer y hoy: la implantación de sistemas de auditoría continua capaces de detectar incidencias en tiempo real; el uso del big data y la inteligencia artificial para identificar patrones de riesgo en contratación, subvenciones y pagos; la transparencia y el gobierno abierto y, por último, la colaboración interdepartamental e interadministrativa.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: DIPUTACIÓN DE CÓRDOBA
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